3 de Diciembre: Día Internacional por el NO uso de Plaguicidas

El 19 de noviembre de 1984, un gravísimo accidente químico ocurrido en una planta de almacenamiento y distribución de gas licuado (GLP) en San Juanico (Méjico) causa entre 500 y 600 víctimas mortales y unos 5.000 heridos, según fuentes oficiales. La violenta explosión de estas instalaciones de Pemex (Petróleos Mejicanos) provocó un gigantesco incendio, con llamas de hasta 300 metros de altura, y una radiación térmica tal que sólo el 2% de los cadáveres pudieron ser reconocidos. Dos semanas después, otro accidente químico estremece al mundo, esta vez en Bhopal, en el corazón de la India.

La ciudad de Bhopal, considerada como "la Bagdad de la India", es la capital del estado de Madhýa Pradesh, uno de los más pobres de la India. En la madrugada del 3 de diciembre de ese mismo año, una fábrica de pesticidas propiedad de Union Carbide sufrió un escape de 42 toneladas de isocianato de metilo, provocando la muerte de miles de personas y dejando un reguero de más de medio millón de afectados.
La envergadura de ambos accidentes y su proximidad en el tiempo despiertan la lógica alarma social y la conciencia de los gobiernos de los países más industrializados de todo el mundo sobre la carencia de medidas de seguridad en las fábricas de producción química. Como resultado de esta concienciación y de la implicación en materia de seguridad de las administraciones públicas nace en el seno de la Unión Europea, por poner un ejemplo, la Directiva Seveso I, posteriormente modificada y sustituida por la Seveso II, sobre la adopción de planes de seguridad y emergencia en la industria química.
La catástrofe
Era un 3 de diciembre de 1984; sólo había transcurrido una media hora desde medianoche. Muchas familias bhopalíes habían elegido esta noche por sus buenos augurios para celebrar los esponsales de sus hijos. Coincidía con la celebración de un importante concurso poético al que acudía un numeroso público procedente de toda la región e incluso de lugares más lejanos. Por este motivo, toda la ciudad estaba engalanada y mucha gente disfrutaba de la noche fuera de su hogar. Más de un millón de personas de hallaban en Bhopal aquel fatídico día.
La fábrica de Bhopal estaba parada. Uno de los escasos movimientos era el de unos obreros que realizaban tareas de limpieza con agua a presión en el interior de unas canalizaciones de trasiego de isocianato de metilo. Fuera de las instalaciones y pegadas a sus muros dormían miles de personas en chabolas, organizadas en populosos barrios peligrosamente próximos. Las autoridades civiles no habían tenido la valentía política de reubicarlos en otro lugar sino que, por el contrario, les habían concedido escrituras de propiedad de los terrenos donde se asentaban. Actos demagógicos como éste sumados al abominable reciente asesinato de la Primera Ministra, Indira Gandhi, posibilitaron la aplastante victoria del gobierno de su hijo, Rajiv Ghandi, en las elecciones generales celebradas a finales de este mismo mes de diciembre. El Partido del Congreso consiguió la mayoría absoluta con 368 escaños sobre los 508 posibles.
En el interior de los muros de la Carbide continuaban las maniobras de limpieza, sin tomar las debidas medidas preventivas. El agua inyectada en las tuberías de MIC. MIC circulaba con fuerza arrastrando impurezas adosadas a las paredes del tubo así como cristales de cloruro de sodio y restos metálicos. Pero los operarios habían ignorado la precaución de estancar el conducto con el empleo de unos discos especiales y el agua junto con los desechos arrancados se filtraron al interior de la cisterna E-610, que contenía 42 toneladas de Conectadas a ella había otras dos cisternas de MIC, la E-611 y la E-619, que contenían respectivamente otras 20 y 1 toneladas de la misma sustancia. El agua, los cristales de cloruro de sodio y los restos metálicos en contacto con el MIC provocaron una violenta reacción exotérmica del líquido, que pasa rápidamente al estado gaseoso con desprendimiento de calor. En cuestión de segundos, la presión en el interior de la cisterna pasa de 2 a 55 libras por pulgada, o, lo que es lo mismo, de 0,4 a 10,8 kilogramos por centímetro. El acero de alta resistencia con que está construida la cisterna aguanta bien la presión, pero el gas intenta buscar salida por alguna parte y la encuentra en las válvulas de seguridad, que estallan por efecto de la sobrepresión. A partir de entonces la fuga tóxica es inevitable.
Dos altas columnas de gas, a modo de géisers, se proyectan hacia el cielo de Bhopal. Los bomberos de la fábrica son incapaces de abatir la nube con agua pulverizada, ya que el chorro de las mangueras no cobra suficiente altura, y los sistemas de seguridad de la fábrica están apagados o inutilizados. Sin posibilidad de hacer nada, la nube tóxica se va haciendo cada vez mayor y un ligero viento del norte la impulsa en dirección contraria, hacia el sur... hacia la ciudad. Shekil Qureshi, supervisor del turno de noche, ordena la evacuación general de la fábrica en la dirección contraria al viento y ninguno de los empleados, salvo él mismo, resulta afectado por la emanación de los gases.
Debido al aumento de temperatura y la violenta reacción del MIC, éste comienza a descomponerse en varios gases muy tóxicos e incluso letales: fosgeno, monometilamina y ácido cianhídrico (cianuro). Todos ellos tienen una densidad superior a la del aire, por lo que se mantienen prácticamente a nivel del suelo. El viento empuja suavemente esta nube tóxica y la dirige hacia el sur, hacia los barrios de chabolas, la estación de ferrocarril, una fábrica de cartonaje, la estación de autobuses, la central eléctrica y la ciudad vieja de Bhopal; según algunos medios de comunicación, la nube sobrevoló unos 40 kms2 de la ciudad. De inmediato sucumben a centenares las especies animales: gatos, perros, vacas, búfalos y pájaros. En cuanto a las personas, los primeros en morir son los habitantes más imposibilitados: ancianos, inválidos y niños. Las calles de Bhopal se cubren de cadáveres y de gente desesperada por huir, intentando respirar. Uno de los gases más letales liberados en el accidente fue el ácido cianhídrico; el cianuro bloquea de forma inmediata la acción de las enzimas que transportan el oxígeno hasta el cerebro, provocando la muerte por insuficiencia respiratoria. La gente cayó fulminada y así se puede observar en imágenes grabadas de la época, con las calles verdaderamente alfombradas de cuerpos sin vida.

Los daños a la salud y al medio ambiente
SALUD
Según el director de la fábrica, el escape de MIC tuvo una duración de una hora, frente a las tres horas y media que defienden los afectados. Lo cierto es que la cantidad fugada fue tal que personas que vivían a 10 kms. del foco emisor se despertaron en medio de violentos ataques de tos y principios de asfixia, con los ojos hinchados y vomitando. Y es que, en efecto, como posteriormente informara el Responsable de Salud de Bhopal, N. Nago, el isocianato de metilo ataca a los sistemas respiratorio y circulatorio, con síntomas similares a los de un ataque de asma. Según expertos franceses del centro antitóxico Fernand Widal, la inhalación continuada durante unos minutos del isocianato de metilo provoca la muerte por quemadura química de los pulmones del que lo inhala (muchas víctimas de Bhopal se quejaban de que les ardía el pecho). En dos días ya habían sido hospitalizadas entre 2.000 y 3.000 víctimas en situación crítica; entre 500 personas, según fuentes policiales, y 1.200, según fuentes médicas, habían resultado muertas, y otros 200.000 habitantes habían resultado afectados de consideración. Ante tremendo colapso, 200 médicos junto con cinco toneladas de material sanitario procedentes de Bombay y Nueva Delhi habían sido enviados a la ciudad.
En las primeras horas, más de 20.000 personas abandonaron la ciudad. Esta huida a la desesperada y en desbandada provocó numerosos heridos en accidentes de tráfico.
Desde los primeros momentos, el hospital Hamidia, de Bhopal, se convirtió en el principal centro receptor de víctimas, pero quedó inmediatamente colapsado. Los afectados por la inhalación de los gases llegaban a los centros hospitalarios echando espuma por la boca y retorciéndose de dolor. Los médicos de guardia del Hamidia activan rápidamente a los forenses y las autoridades movilizan a todos los estudiantes de medicina, a voluntarios y a otros médicos de la región. En total 3.700 médicos según fuentes gubernamentales llegaron a atender a las víctimas durante los primeros días y semanas.
Mientras se atiende a los afectados con aplicación de oxígeno y enjuagues con agua, las primeras autopsias revelan que uno de los agentes agresores es el cianuro, uno de los gases en que puede descomponerse el MIC. Los daños a la salud inmediatos y posteriores generados por esta sustancia fueron muy severos.
Se ha calculado que la toxicidad de la nube era 500 veces superior al empleado por los alemanes en las cámaras de gas y 150 veces superior al gas mostaza. Esto provocó que, además de las afecciones respiratorias, se observaran también otro tipo de daños muy graves. Muchos quedaron ciegos o sufrieron la destrucción del olfato, oído o tacto. Otros sucumbieron a efectos secundarios neurológicos, inmunológicos, cancerígenos, etc. Por otra parte, muchas mujeres en estado de gestación sufrieron dolorosos abortos espontáneos y otras que dieron a luz en los meses siguientes, o incluso generaciones después, alumbraron hijos con malformaciones congénitas, lo que quiere decir que el accidente de Bhopal provocó también daños genéticos y hormonales. En este sentido, muchas mujeres siguen sufriendo hoy, 17 años después, alteraciones en los períodos menstruales con patologías tales como metrorragias, menorragias y amenorreas. Hay mujeres que nunca han tenido la regla y por el contrario, mujeres que, habiendo tenido la regla anteriormente, dejaron de tenerla (amenorreas); otras sufrieron menstruaciones profusas y prolongadas en sus períodos habituales (menorragias); otras llegaban a tener hasta cuatro y cinco reglas en el mismo ciclo menstrual (metrorragias). Estas disfunciones menstruales no están necesariamente asociadas a la inhalación de gases tóxicos sino más bien, como explica el doctor Fernando Muñoz Ferrer en su libro "Patología de la mujer gaditana durante la catástrofe", al trauma psíquico y la ansiedad que han sufrido al atravesar por una situación de catástrofe repentina.

La nube tóxica de Bhopal provocó también daños en los pulmones, hígado, riñones y aparato digestivo. La catástrofe se cobrará entre 16.000 y 30.000 muertos y más de medio millón de afectados. Sólo en la primera semana murieron entre 6.000 y 8.000 pesonas. Una cuarta parte de la población expuesta a los gases venenosos se ha convertido hoy en enfermos crónicos, de los cuales 50.000 han quedado con incapacidad laboral absoluta para el desempeño de cualquier tipo de trabajo.
MEDIO AMBIENTE
Igual que el escape de isocianato de metilo de la fábrica de Carbide produjo daños a la salud de las personas, también la vida animal y el medio ambiente sufrieron un serio y prolongado castigo. Animales domésticos de todo tipo perecieron en la catástrofe: caballos, perros, gatos, vacas, búfalos, aves, etc. Como animales domésticos que son, convivían en los mismos espacios que el ser humano, por lo que centenares de cadáveres de estas especies quedaron esparcidos por las calles de Bhopal. Horas y días más tarde, sus cuerpos se descomponían a la intemperie, lo que suponía un doble riesgo para la población superviviente: la posible aparición de una epidemia de cólera y el consumo de carne animal infectada. Por ello, el nueve de diciembre el alcalde de Bhopal, M. K. Bisariya, prohibió la venta de pescado y carne en toda la ciudad.
El medio ambiente también recibió un severo impacto. Según Greenpeace, en 1999 siguen contaminadas las aguas de los pozos y la tierra por metales pesados y contaminantes orgánicos persistentes (COPs) y, sin embargo, 5.000 familias siguen bebiendo agua contaminada sin ningún tipo de control o prohibición. La presencia de sustancias tóxicas es 682 veces mayor que la dosis máxima aceptable. Dada la situación, las autoridades indias distribuyen periódicamente agua potable a la población, pero no en cantidad suficiente como para evitar el consumo indiscriminado de los pozos contaminados. Incluso los fondos destinados a la rehabilitación del medio ambiente, fueron desviados por el gobierno de la India para la construcción de caminos, alumbrado de calles y otras infraestructuras fuera de la zona afectada.

¿Cuántos accidentes más de esta o mayor magnitud deben ocurrir antes de que las autoridades responsables se ocupen de este tema?

Extraído de "Documentos. La catástrofe química de Bhopal" Jose Antonio Aparicio Florido. Año 2002


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