Una buena...

Un insecticida argentino sería el arma para controlar al dengue
Investigadores del Conicet y Citefa desarrollaron un veneno que es capaz de eliminar tanto al mosquito adulto como a las larvas. No tiene efectos secundarios para las personas y es eficaz.

Un grupo de científicos argentinos desarrolló un insecticida especial que elimina a la larva y al mosquito adulto del Aedes aegypti. Se trata de una de las armas más eficaces que existen en la actualidad para controlar la amenaza del dengue. El director del equipo que desarrolló el veneno, el doctor Eduardo Zerba, explicó las características particulares de este importante producto.

El veneno de alta efectividad para controlar el mosquito vector del dengue se desarrolló en el Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (Cipein) del Instituto de Investigaciones Científicas y Técnicas para la Defensa (Citefa) –dependiente del Ministerio de Defensa de la Nación– y el Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).

Entre las características que el investigador resaltó de los resultados del trabajo marcó en especial lo exitoso del producto en el control del mosquito vector, la mayor facilidad de aplicación, el hecho de que requiera una menor dosis de uso y su falta de efectos irritante o secundarios sobre los seres humanos. El equipo de investigadores que realizó este importante trabajo en el marco de la endemia de dengue que azota al norte y litoral argentino está integrado por la doctora Susana Licastro, el doctor Héctor Masuh, la licenciada Laura Harburguer, el ingeniero Alejandro Lucía y la técnica Emilia Seccacini. Todos bajo la dirección del doctor Eduardo Zerba.

Un producto probado

—¿Qué características tiene el producto que desarrollaron?

—En el país el Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas ha desarrollado recientemente con tecnología nacional un producto insecticida innovador que actúa integralmente sobre el mosquito controlando las larvas acuáticas y los adultos voladores. El Cipein es un centro perteneciente a Citefa y Conicet, asociado a la Universidad Nacional de San Martín. La conjunción de efectividad sobre el mosquito adulto y sus formas larvales acuáticas obtenidas en una misma aplicación da lugar a un control de las poblaciones del mosquito Aedes aegypti más prolongado y con menores dosis de insecticida.“Por otra parte –continuó el especialista– una formulación particular de esta herramienta de control permite su utilización directa por parte de la población en riesgo, lo que abre la posibilidad de programas de control del mosquito con participación comunitaria, objetivo recomendado por la Organización Mundial de la Salud”.

—¿Qué diferencias tiene ese veneno en relación a los demás insecticidas y productos contra los mosquitos?

—Esta nueva herramienta insecticida-larvicida permite innovar en la estrategia de control del mosquito vector de dos maneras, en las acciones gubernamentales permitiendo el control de adultos y larvas en un solo tratamiento y mediante la participación comunitaria controlando larvas y adultos del mosquito domiciliado.

—¿Dónde se ha probado?

—La nueva herramienta insecticida-larvicida ya fue evaluada exitosamente en Misiones con la participación del Ministerio de Salud, con resultados que se publicaron este año en la prestigiosa revista científica Parasitology Research.

En ese sentido, remarcó que se confirmó que, “fundamentalmente, tiene efecto sobre las larvas y los adultos del mosquito vector”.

El acceso del público

—¿Podría usarse regularmente por la población? ¿Tiene efectos secundarios en las personas?

—La frecuencia de uso está regulado por la estrategia de control, que está vinculada a las oscilaciones de las poblaciones de mosquitos. Como todo insecticida (y también como otro tipo de compuestos que usa el hombre, por ejemplo los fármacos), si se lo utiliza dentro de las recomendaciones no da lugar a efectos secundarios sobre las personas, particularmente en este caso donde los principios activos tienen una alta seguridad de uso.

—¿Podría ser la herramienta más fuerte en la lucha por la erradicación del Aedes aegypti?

—Sería más realista hablar de un control permanente y sustentable del Aedes antes que de su posible erradicación. Sin duda que la nueva herramienta adulticida-larvicida representa un avance significativo respecto a todo lo que se ha usado hasta ahora, pero para un control permanente del vector, además de una buena herramienta insecticida es imprescindible una estrategia bien diseñada y permanente.

—¿Es viable la comercialización del producto?

—Sin dudas. Ya hay un desarrollo industrial del producto que está siendo realizado por una empresa argentina que ha trabajado coordinadamente con nuestro centro en la última etapa de desarrollo y que ha permitido que cuando termine la etapa legal de transferencia de tecnología, inmediatamente se pueda hacer la comercialización.

—¿Cuánto tiempo les llevó el trabajo? ¿Surgió a partir del brote de dengue que sufre el país?

—Las investigaciones en innovación de herramientas de control del mosquito vector del dengue llevan mas de 10 años, comenzaron en el Cipein en 1997 cuando la Argentina sufre su primera epidemia de dengue en Tartagal, Salta. Actualmente estamos coordinando un programa latinoamericano de investigación en campo destinado a estudiar la aplicación de la nueva herramienta de control en Argentina, Bolivia, Colombia, Cuba, Panamá y Perú, lo que le está dando protagonismo a la región en la solución científica y tecnológica de un problema propio, como es la transmisión vectorial del dengue.

El entrevistado

Eduardo Zerba nació en Buenos Aires en 1941. Es licenciado y doctor en Química de la Universidad de Buenos Aires y miembro de la carrera para el personal de investigación y desarrollo de Citefa desde 1966 y de la carrera del investigador del Conicet desde 1985. Actualmente es investigador superior y director del Centro de Investigaciones de Plagas e Insecticidas (Citefa-Conicet).También es profesor titular y director de la maestría de control de plagas y su impacto ambiental (en la Universidad de San Martín). Se formó en Química y Toxicología de Insecticidas (beca post doctoral Conicet) en la Universidad de California en Riverside (EE.UU.). Ha sido profesor titular de la cátedra de Toxicología y Química Legal de la UBA, organizador y docente de diversos cursos universitarios de posgrado en su especialidad y ha dirigido 12 tesis de doctorado en Química y Biología en la UBA, una en la Universidad Nacional del Sur (Bahía Blanca) y una en la Universidad Nacional de San Martín. También integró Comités Internacionales Asesores de Enfermedades Tropicales de la OMS y es experto de esa institución internacional en las áreas de su especialidad, donde integra varios comités.

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Fuente: Victoria Rodríguez/Diario UNO, Santa Fe